martes, 26 de septiembre de 2017

No me acuerdo.

No me acuerdo.

Confieso que me costó. Me costó acordarme de no pensarte. Me olvidé de olvidarte y lo único que hacía era recordarte.

No me acuerdo de tus manos. No me acuerdo de tu pelo ni de la forma en la que lo sacudías aún estando perfectamente desordenado. No me acuerdo de la emisora de radio que siempre sonaba en tu coche. No me acuerdo de tu canción favorita ni del nombre de aquella banda que una vez me llevaste a ver. No me acuerdo, como dice Morat, del nombre de tu perro. No me acuerdo de los gritos de emoción de tu hermano cuando aparecía por tu casa. No me acuerdo de las rosas que me regalaste esa vez que había tenido una semana dura. No me acuerdo de aquél beso que me diste frente a tus amigos, ni me acuerdo de cuando me presentaste a tu madre. No me acuerdo de cómo me defendiste cuando mis amigas me defraudaron. No me acuerdo de la melodía de tu voz, incluso aunque me cantabas cuando tenía miedo. No me acuerdo de tu piel, que ansié besar. No me acuerdo de tus labios, ni de cómo se movían cuando me contabas tu día. No me acuerdo de tus camisetas grandes que un día fueron mías, que no quería echarlas a lavar por que perderían tu olor y ya ni me acuerdo de ponérmelas para dormir. No me acuerdo de tus sonrisas, aquellas que me hacían ser feliz. No me acuerdo de las mariposas que desenjaulabas en mi cuerpo con sólo verte.

Es todo un logro, por que aunque me costó, no me acuerdo de tus ojos, en los que me perdía cuando mi realidad me superaba. Esos me costó olvidarlos. Con mucho esfuerzo, no me acuerdo de cómo me hacías sentir.

Pero es que, por no acordarme, no me acuerdo ni de lo bien que sonaba tu nombre en mis labios.

Y de lo que tampoco me acuerdo es de que, todo esto, es mentira.

- 'No me acuerdo.'Texto mío. 

¡Hola! Muchas gracias por leer. <3

domingo, 13 de agosto de 2017

Duele

Deberías saber que a mí también me duele. Me duele la espalda tras un largo día. Mis nudillos también sangran cuando golpeo la pared. Mi estómago también se cierra con alambre de púas cuando me pongo nerviosa. Y también se me hacen nudos en la garganta cuando retengo las lágrimas. Me duelen las muelas cuando aguanto la rabia y el cuello de mantener la tensión. Y me duele la cabeza, de aguantar la presión. 

No te pido que cures mis heridas, pero sí que las tengas en cuenta. 

- "Duele". Texto mío. 

¡Hola! Cuánto tiempo... 

^^

M.

lunes, 29 de mayo de 2017

Camino de rosas.

A veces me duele el pecho. En los días felices, en los festivos, en los de perro y manta, también en los de calle y sol. El corazón me palpita con fuerza. Es todo demasiado bonito para creérmelo. Es todo demasiado fácil ahora después del infierno que he pasado. 

Y sí, he dejado de hablar en plural, por que fui yo la que salí de allí. Fue un camino de rosas en su más hermosa y metafórica forma: quien no tiene suerte pasa a la altura de las espinas. Pero no me arrepiento de nada. Yo probé la sangre de mis heridas, cosí mis cicatrices y me enamoré de ellas. Tal vez por que se quedaron conmigo más tiempo que las espinas que las hicieron. 

Aprendí a ver la belleza en las agujas y no sólo en los pétalos. Aprendí que corriendo me clavaba más espinas en el corazón que andando en los pies. No corté ninguna. 

Yo no sobrevolé el campo. Ni arranqué los pétalos. Yo logré trepar el tallo con mi esfuerzo y acaricié las flores. Y las vi de infinitos colores. Como así somos, infinitos. 

Y no ha dejado de ser un camino de rosas. Y nunca lo dejará de ser. Algún día me equivocaré de espina y decidiré clavármela en el alma. Pero se volverá herida y más tarde, cicatriz. Y con una pizca de suerte, se quede a mi lado más que el corte que dejó de sangrar aquel día que decidió ser a mi lado.

- 'Camino de rosas.' Texto mío. 

Nos leemos,

M.- 


lunes, 1 de mayo de 2017

Es curioso, realmente.

Es curioso cómo olvidamos. Por que nunca lo hacemos realmente. Siempre hay algo que queme. 


Es curioso cómo recordamos. Por que siempre  lo evitamos realmente. Nada se va para siempre. 


Es curioso cómo odiamos. Por que siempre amamos realmente. Ningún sentimiento es tan fuerte. 


Es curioso cómo amamos. Por que nunca odiamos realmente. Todo sentimiento es una suerte. 


- 'Es curioso, realmente'. Texto/reflexión mío. 


Muchas gracias por leer. Siento no estar tan activa, los exámenes me mantienen ocupada. 

Nos leemos,

M. 

jueves, 30 de marzo de 2017

Toda la vida.

Y, poco a poco, doy un pasito para adelante. 

Alguna vez alguien me dijo que los poetas que no se metían en la piel del otro eran egoístas. Y, bueno, respeté su opinión. Pero creo que para ayudara a alguien, tengo que estar bien yo. Y de eso va esto. 

Poco a poco, dubitando al principio, a pasos cortos y temblorosos, dando un salto para atrás de vez en cuando. 

Aprendiendo a quererme antes de decir: te quiero. Por que soy la única con la que voy a poder contar siempre. Conmigo misma. 

Y aprendiendo también, que mi vida es mía. Que no es de ellas. De mis amigas. Ni de ellos, mis amigos. Que es mía y solo mía. Pese a quien le pese y le guste a quien le guste. 

Asumiendo, que esta es la única vida que tengo. Que es la única que tendré. La única que quiero vivir. Y la única que podré controlar. Que es mía, joder. Que la quiero pese a todo lo que hemos pasado juntas. Que quiero seguir viendo qué me tiene preparado. Y de nuevo: haré lo que me parezca bien y que un comentario no me va a detener. Y que sí, tal vez a veces me empeñe demasiado y termine peor. Y que a veces lo mandaré todo a la mierda, pero no sin luchar antes. 

Pero, dime, ¿realmente puedes culpar a alguien por intentarlo? Sí, tal vez haya elegido el camino difícil por el que crecer. Y sí, hace falta toda una vida para aprender a vivirla. Pero intentarlo es lo único que hago. Y, aunque no dé grandes resultados, estoy empezando a leer los pequeños. 

Mis resultados. Mis canciones. Y si se ríen por que salgo mal en una foto, pues me alegro. Y  quien sepa decirme: qué guapa estás hoy, mientras yo esté como siempre, pues me demostrará algo que otros no. Y quien me gaste bromas, quien me trate bien, quien se ría conmigo y no de mí; quien sepa leerme y no verme. Quien no se empeñe en controlarme.

Mis resultados. Mis avances. Míos y solo míos. Que no le incumben a nadie. Y que nadie me va a obligar a retrocederlos una vez que los tenga asumidos. Eso, es la vida, fiel compañera. Moverá todas las cartas antes de que siquiera te pase por la cabeza la idea. Un amor. Una amistad. Un grito. Pero, la única que no jugará si tú no decides hacerlo, es la suya. Al fin y al cabo, será la única con la que podrás contar, valga la redundancia, toda la vida. 


-"Toda la vida". Texto mío. 

Siento la ausencia. Gracias por esas más de mil visitas. Nos leemos. M 

jueves, 10 de noviembre de 2016

Para vivir no quiero.

Para vivir no quiero. 

Para vivir no quiero 
islas, palacios, torres. 
¡Qué alegría más alta,
vivir en los pronombres!

Quítate ya los trajes,
las señas, los retratos;
yo no te quiero así,
disfrazada de otra, 
hija siempre de algo.
Te quiero pura, libre, 
irreductible: tú. 
Sé que cuando te llame
entre todas las gentes
del mundo, 
solo tú serás tú.

Y cuando me preguntes
quién es el que te llama,
el que te quiere suya, 
enterraré los nombres, 
los rótulos, la historia.
Iré rompiendo todo
lo que encima me echaron
desde antes de nacer. 
Y vuelto ya al anónimo
eterno del desnudo, 
de la piedra, del mundo,
te diré:
"Yo te quiero, soy yo."

Pedro Salinas
La voz a ti debida

jueves, 3 de noviembre de 2016

Con alguien o sin nadie

Con alguien o sin nadie, sigue.

Lo sé, es difícil.

Lo sé, créeme.

Pero la vida es un camino. Más ancho o más estrecho y todo termina. Lo bueno, lo malo y la vida.

Avanza. A tu ritmo. No corras, por que te tropezarás más fácilmente. Tómate tu tiempo para admirar las pequeñas cosas de la vida. Como sentir el agua. O tumbarse en la cama. Mirar por la ventana y admirar la rutina.

Definitivamente, no te quedes parado frente a la primera piedra. De tanto titubear, tus pies formaron un hoyo, cada vez más hondo. Y te dejaste caer. Sé que eres mejor que eso. Sé que puedes dar más de ti. Sé que puedes salir.

Hay alguien lanzándote una cuerda desde arriba, intentando ayudarte. No te lo pienses. Tómala, agárrala y escala. Poco a poco, pero con cuidado de no vencer a la otra persona y tirarla a tu hueco. Por que entonces no podrás salir. Tampoco dejes que cargue todo tu peso, pues tus hombros son lo suficientemente generosos como para compartir. Piensa que esa persona se desvió de su camino cuando vio que alguien estaba perdido. Y lo mismo harás tú en algún momento.

Ten una cosa clara. Tu vida la manejas tú. Y es un arma de doble filo. Pero lar riendas las llevas tú y solamente tú. A veces largas, otras veces demasiado cortas. A veces te desbocas. Pero piensa, disfruta.
Con alguien o sin nadie, pasarás esa primera piedra. Y aunque te aterroricen las rocas, tal vez sea la grava la que te haga caer. Avanza con paso firme, seguro, decidido. Con la cabeza alta.

Saltarás la roca grácilmente. Pasarás los guijarros poco a poco. Te encontrarás con montañas, valles. Por que la vida es así, como el pulso. Si no sube y baja, es que no estamos vivos.

El destino pone en nuestro camino lo que podemos pasar. Lo que debemos pasar. Y aunque a veces sea tentador mirar hacia atrás y devolverse, respira, tómate tu tiempo. Come algo, cúrate las heridas del viaje. Llora. 

Pero sigue adelante.

Y cuando el camino esté completamente abarrotado, piensa que si corres para pasarlo todo de un salto, puedes chocarte contra una pared. Pero tal vez, si vas en diagonal, esquives poco a poco cada piedrecilla. Cada obstáculo. Cada tronco caído. Recuerda que no es lo mismo caerse al paso que al galope.

Aprende a hablar, a expresarte. A decirte cosas bonitas. A no pretender que todos seamos iguales. A intentar ponerse en las botas de los demás. A cantar sus melodías, a entender. Eres único. Eres increíble. ¿El destino te deparó demasiado? Tal vez, pero no por eso vamos a rendirnos.

Con las piedras que pases, construirás una casa. Y con las rocas que escales, un castillo. Pero no será un fuerte. Será tu hogar, donde abrirás las puertas a tu corazón a personas que quieres que estén en él. Pero no les dejes buscando afuera una llave oxidada.

No termines el viaje antes de tiempo. Por que si lo haces, ¿para qué habrá servido tu castillo?
Si no hay nadie con una cuerda, poco a poco, paso a paso, inspecciona. Cree. En ti, en el mundo, en que no todas las causas perdidas quieren ser encontradas.

Con alguien o sin nadie, cuenta contigo cuando ni contar puedas.